Organizaciones oaxaqueñas buscan evitar la circulación de granos transgénicos en el país

El pronunciamiento del Espacio Estatal en Defensa del Maíz Nativo de Oaxaca subraya la importancia de la conservación de las semillas nativas como un acto de resistencia política contra la introducción de organismos genéticamente modificados (OGMs) en el país. Las organizaciones integrantes expresan su preocupación por la iniciativa de reforma presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum, señalando que esta no protege adecuadamente los maíces nativos ni garantiza la soberanía alimentaria en México.
Argumentan que la legislación actual, en lugar de salvaguardar la salud pública y evitar la entrada de granos OGM, podría dar pie a que estos productos se utilicen en la industria alimentaria, afectando especialmente a aquellos que no pueden optar por una alimentación sana, lo cual incluye a una gran parte de la población mexicana, incluida la niñez.
Además, hacen hincapié en la falta de acciones efectivas por parte del gobierno para descontaminar las semillas nativas, a pesar de que han pasado más de dos décadas desde el descubrimiento de la contaminación transgénica en Oaxaca. Esto se considera un ataque a las culturas y a la diversidad genética del país, que es el lugar de origen del maíz.
El grupo también critica los tratados comerciales como el Tratado de Libre Comercio (TLC) y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), afirmando que estos han sido firmados sin la consulta adecuada a los pueblos indígenas y que socavan la soberanía nacional. En resumen, reafirmar su compromiso con la preservación del maíz nativo es fundamental para ellos, no solo desde una perspectiva cultural, sino también como una cuestión de salud y soberanía.

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