Dios me dio un ojo izquierdo malo, pero un brazo izquierdo bueno. Fueron las palabras de Julio Urías, un joven mexicano que llegó a las grandes ligas a demostrar que la pelota caliente en México da excelentes peloteros. Muestra de ello son los números con los que el culichi se enfundó el anillo de campeonato 2020, superando por uno a Fernando Toro Valenzuela en partidos ganados en postemporada con seis.
Egresado de la Academia Alfredo Harp Helú y de los Diablos Rojos del México, Urías fue seleccionado y firmado por los Dodgers de Los Angeles en el año de 2012, mientras su debut en las grandes ligas se dio 4 años después cuando en 2016, a la edad de 19 años se convirtió en el segundo abridor más joven en la MLB así como en la novena angelina.
Después de una participación más que destacada en temporada regular, Julio abrió el cuarto juego de la serie mundial en contra de los Tampa Bay Rays, pero fue cambiado antes de la finalización de la quinta entrada por una cuestionada decisión del manager y después de permitir cuatro hits y 9 ponches. Dicho encuentro terminaría con una histórica voltereta de los de Tampa para colocar la serie 2 a 2.
Para el sexto juego, el mexicano entró en la sexta entrada y fue el encargado de cerrar desde la lomita, haciéndolo de forma magistral para llevarse el salvamento y culminar la obra maestra de Dodgers que iniciaría en la zurda de Víctor González pitcher ganador, el otro mexicano encargado de pintar la noche del 27 de octubre de 2020 en verde, blanco y rojo y llevar al cuadro californiano a la cúspide del beisbol mundial después de largos 32 años de ayuno.
No sabemos cuántos años tardemos en ver nuevamente una participación tan contundente de dos mexicanos para la consecución de un campeonato de las mayores, pero por ahora...
