La situación en Sinaloa, como se describe en el reporte, refleja una grave crisis de violencia que ha llevado a la inasistencia del personal educativo en las escuelas. A pesar de la declaración de la secretaria de Educación, Catalina Esparza, quien intentó mostrar que no había peligro al realizar un recorrido en la Secundaria Técnica No. 1 y reprochar la falta de asistencia de los educadores, los acontecimientos violentos continuaron ocurriendo en la región.
El hecho de que las actividades escolares presenciales se hayan reanudado en medio de una situación tan crítica, con bloqueos, vehículos incendiados y homicidios, genera incertidumbre y preocupación entre padres de familia y educadores. La actitud de Esparza, al afirmar que no observaba peligro y realizar el video sin protección, ilustra una clara desconexión con la realidad que viven los habitantes de la región, quienes enfrentan el riesgo constante de la violencia.
Además, la contradicción entre su mensaje y los reportes de violencia, incluyendo homicidios y enfrentamientos armados, resalta la complejidad de la situación en Sinaloa donde el contexto de inseguridad impacta directamente en el ámbito educativo, generando un ambiente de incertidumbre y temor.