Natanael Cano logró una noche memorable en el recién inaugurado Estadio GNP Seguros de Ciudad de México, donde reunieron a 65,000 fanáticos en un concierto que duró más de dos horas y media. A pesar de la intensa lluvia que precedió al evento, el público recibió al cantante originario de Hermosillo, Sonora, con entusiasmo y pasión.
El espectáculo comenzó poco después de las 10:00 p.m. con los éxitos "El F" y "Selfies", estableciendo un ambiente festivo y vibrante. Cano, considerado el "padre de los corridos tumbados", afirmó su conexión con una audiencia predominantemente juvenil. La producción incluyó una impresionante escenografía que mostraba elementos visuales inspirados en el desierto del norte de México, con cactus de luces neón.
Durante la actuación, Cano expresó su agradecimiento de manera constante, mientras la multitud coreaba temas como “Soy el diablo” y “Entre pláticas y dudas”. También realizó tributos a otros artistas con canciones como "O me voy o te vas" y "Amor eterno".
El show fue enriquecido con la participación de varios invitados especiales: Peso Pluma, Gabito Ballesteros, y la famosa cantante Belinda, quien se unió para interpretar "300 noches". La música no solo resonó con los acordes de las guitarras acústicas y las secciones de viento, sino que también animó al público a bailar y disfrutar de cada momento. La atmósfera estuvo marcada por la energía constante y los gritos de emoción de los asistentes, creando una noche inolvidable para todos los presentes.