Más de 50 años después, recuperan cinco cuerpos de campesinos ejecutados por el Ejército
La reciente entrega de los cuerpos de cinco personas que fueron fusiladas y sepultadas en fosas clandestinas por el Ejército en Guerrero marca un importante momento para las familias afectadas, quienes esperaron más de cinco décadas por este cierre. La Fiscalía General del Estado de Guerrero (FGE) restituyó los restos de José Isabel Rojas Bernardino, Apolonio Hernández Bernardino, Gervacio Bernardino Durán, Bartolo Rojas Nazario y Pablo Rojas Terán, un joven de solo 14 años al momento de su asesinato.
Los hechos ocurrieron en tres momentos distintos entre 1967 y 1974, en localidades como Los Espadines, Las Desdichas y Las Juntas. Gloria Rojas Terán, quien perdió a su hermano en esta tragedia, llegó al Semefo de Chilpancingo con flores como símbolo de su amor y recuerdo, reflejando el dolor y la espera prolongada que vivió por más de 50 años. Su relato evidencia la brutalidad de aquellos días, cuando soldados del Ejército abrieron fuego indiscriminadamente en su comunidad, dejando una huella imborrable en su memoria y la de muchos otros sobrevivientes. Este acto de restitución no solo representa un reconocimiento de la violencia sufrida, sino también una búsqueda de justicia que aún resuena en la sociedad mexicana.
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