McMichael, quien padece de esclerosis, ingresa al Salón de la Fama de la NFL desde su casa
La ceremonia de inducción al Salón de la Fama de la NFL se transformó en un homenaje conmovedor para Steve McMichael, quien, debido a su lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica avanzada, no pudo estar presente físicamente en el evento. Sin embargo, el programa se llevó a cabo en su hogar en Homer Glen, Illinois, donde fue rodeado de sus seres queridos y antiguos compañeros de los Chicago Bears.
Durante la ceremonia, McMichael recibió su saco dorado y su busto de bronce fue revelado, lo que simbolizaba su permanencia y legado en la historia del fútbol americano. Richard Dent, otro miembro del Salón de la Fama y excompañero de McMichael, le hizo un emotivo tributo, destacando el vínculo eterno que McMichael tiene con el equipo y el mundo del fútbol. En un momento tierno, Misty, la esposa de Steve, le ayudó a visualizar su busto, asegurándole que siempre será recordado.
La ceremonia, aunque con un tono de tristeza por la condición de McMichael, fue también un recordatorio de su impacto y su lugar en la historia del deporte, lo que provocó una fuerte reacción emocional tanto en los presentes en su hogar como en los asistentes al evento en Canton, Ohio. Jim McMahon, el mariscal de campo del equipo campeón de los Bears de 1985, también fue parte del tributo, reconociendo la importancia de McMichael en su vida y en la historia del equipo.
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