Lady Gaga ha encontrado la clave para mantener su residencia en Las Vegas llena de energía al combinar la grabación en estudio con sus actuaciones en vivo. Durante este verano, antes de cada espectáculo, se reunía con un talentoso grupo de músicos para realizar intensas sesiones de grabación, lo que contribuyó a la creación de su nuevo álbum titulado "Harlequin", lanzado recientemente.
Este álbum, que acompaña a su papel como Harley Quinn en la película "Joker: Folie à Deux", es una exploración musical que abarca géneros como el jazz, funk, blues y música americana clásica, mientras se entrelazan elementos del pop tanto antiguo como moderno. Gaga expresó que su conexión profunda con el personaje le proporcionó una gran cantidad de ideas y emociones que quería plasmar en la música.
El álbum se gestó en colaboración con su prometido, Michael Polansky, quien también fue productor ejecutivo del proyecto. Polansky señala que tras conversaciones sobre música, se dio cuenta de las similitudes entre la personalidad de Harley Quinn y el propio estilo audaz de Gaga, lo que les dio confianza para crear un trabajo cohesivo que no se limitara a un solo género.
Para Gaga y su equipo, las sesiones de grabación eran fundamentales; durante aproximadamente seis horas previa a cada actuación, se dedicaban a capturar la energía de sus shows. Esto no solo fortaleció la conexión creativa entre su música y su presencia en el escenario, sino que también estableció una rutina que fusionaba lo mejor de ambos mundos: la intimidad del estudio y la electricidad de sus espectáculos en vivo.