El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, ha expresado su preocupación por las reformas constitucionales aprobadas recientemente en México por la mayoría de Morena y sus aliados, especialmente en lo que respecta a la ampliación del catálogo de delitos que conllevan prisión preventiva oficiosa. Esta reforma, que agrega delitos como extorsión, contrabando y narcotráfico, ha sido objeto de crítica debido a que, según Türk, contraviene principios fundamentales de derechos humanos.
Türk subrayó que la prisión preventiva no debe ser una práctica generalizada, sino que debe decidirse de manera individualizada por autoridades judiciales según las circunstancias de cada caso. En lugar de ampliar el uso de la prisión preventiva, el Alto Comisionado sugirió que se debería mejorar la capacidad de las fiscalías para presentar evidencia que justifique la necesidad de esta medida cautelar, considerando también alternativas a la privación de libertad.
Además, Türk se refirió a la reciente reforma judicial que establece que la selección de miembros del Poder Judicial sea a través de elecciones populares, advirtiendo que esto podría amenazar la independencia de este poder y su capacidad para defender el Estado de Derecho. También manifestó inquietudes en relación con la creación de "jueces sin rostro", quienes podrían emitir sentencias de forma anónima, lo cual plantea serias dudas sobre la transparencia y justicia en el sistema judicial.
Si bien reconoció ciertos avances legislativos en áreas como la igualdad de género y los derechos de pueblos indígenas y afromexicanos, la intervención de Türk se centra en la necesidad de reformar los aspectos que podrían afectar negativamente el respeto a los derechos humanos en México.