Inician marchas campesinas hacia la Ciudad de México; las protestas serán del 7 al 10 de abril
La situación que se presenta en la Ciudad de México, con la movilización de más de 5,000 ejidatarios y campesinos de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), refleja una profunda crisis en el sector agrícola y la necesidad urgente de que el gobierno atienda las demandas de los trabajadores del campo. La jornada de lucha que se llevará a cabo del 7 al 10 de abril, con marchas simultáneas desde diversas entidades, pone de manifiesto las preocupaciones de los campesinos respecto a la exclusión de sus voces en el diálogo con el gobierno federal.
Entre las principales demandas se encuentran el acceso al agua, servicios de salud adecuados, seguridad en las comunidades y un apoyo efectivo a la productividad agrícola. El dirigente Álvaro López Ríos también destacó la falta de créditos y garantías que aseguren la estabilidad de precios en un contexto ya complicado, acentuado por un recorte significativo del 71.7% en el presupuesto de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader). Esta drástica disminución presupuestaria afecta directamente los programas esenciales destinados a la agricultura, como los de fertilizantes y precios de garantía.
La situación se agrava con la llegada de una posible sequía, lo que complicaría aún más las cosechas de productos básicos como el trigo y el maíz, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de la región. La movilización es un llamado al gobierno para que considere seriamente las necesidades y derechos de los campesinos, quienes son fundamentales para la producción de alimentos en el país.
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