El índice de precios al consumidor en Estados Unidos experimentó un incremento en julio de 2024, con una tasa de inflación anualizada de 2.9%. Durante ese mes, los precios de bienes y servicios aumentaron en promedio un 0.2%, lo que contribuyó a la subida de la tasa de inflación y generó inquietudes sobre la salud económica del país.
Este aumento es especialmente relevante, ya que se contrasta con una disminución del 0.2% en el índice macroeconómico en junio. El Departamento del Trabajo destacó que el costo de la vivienda jugó un papel crucial en este aumento, con un incremento del 0.4% en julio, lo que representa el 90% del alza en la tasa anual de inflación.
En cuanto a los alimentos, su costo también subió un 0.2%, aunque con respecto al mes anterior, donde el aumento fue del 0.1%. Por otro lado, los precios de los energéticos se mantuvieron sin cambios.
La tendencia inflacionaria podría influir en las decisiones del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal durante su reunión programada para septiembre, especialmente en el contexto de expectativas de ajustes en las tasas de interés. Al considerar solo los datos excluyendo alimentos y energía, la tasa de inflación anual se sitúa en 3.2%, su nivel más bajo desde abril de 2021. Esta información será crucial para entender las próximas decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.