Hombre vive, por dos años, en un registro subterráneo de la CFE, en la Autopista Puebla-México

El caso de Hermenegildo Islas en Puebla resalta una realidad preocupante: la situación de las personas en situación de calle y la forma en que buscan refugio y protección en circunstancias adversas. Islas, quien se trasladó a Puebla en busca de oportunidades laborales, terminó viviendo en un registro subterráneo de la Comisión Federal de Electricidad, un espacio que debería estar destinado para otros fines, pero que él transformó en su hogar improvisado.
Su historia salió a la luz gracias a un programa de mantenimiento que el gobierno estatal inició en los camellones de la zona, lo que llevó a los trabajadores a descubrir su inusual vivienda. Islas había hecho su mejor esfuerzo por acomodar el espacio a sus necesidades, utilizando materiales como tablas y hule espuma, además de personalizar el lugar con objetos de significado personal como imágenes religiosas.
Ante la situación, el gobierno del estado reaccionó brindándole asistencia a través del Sistema DIF Estatal, ofreciendo no solo apoyo médico, sino también social y psicológico, además de un plan de capacitación laboral para su reinserción en la sociedad. Este tipo de acciones es crucial para ayudar a las personas que enfrentan condiciones similares a superar sus desafíos y encontrar un camino hacia una vida más estable y digna.
El asunto pone de relieve la importancia de los programas de atención a personas vulnerables y la necesidad de crear soluciones a largo plazo que aborden las causas de la pobreza y la falta de vivienda en las comunidades.

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