Hacia una política económica de la cultura
El artículo discute la situación actual del presupuesto del Sector Cultura en México, en medio de las negociaciones para el presupuesto de 2025, resaltando que este sector ha recibido la asignación más baja en varios años, pese a un incremento reciente en la Cámara de Diputados. Se mencionan dos puntos clave: la contribución del sector cultural al Producto Interno Bruto (PIB), que fue del 2.7% en 2023, y las dificultades inherentes a la medición del impacto de las políticas culturales en comparación con otras áreas, como la salud.
La política cultural es presentada como un campo complicado, donde las afirmaciones sobre su impacto en el desarrollo económico o social pueden ser vagas y carecen de respaldo empírico sólido. Mientras que en salud los indicadores son más claros y medibles, en cultura es más difícil establecer la eficacia de las políticas implementadas. La UNESCO ha desarrollado indicadores para evaluar la cultura, pero los más informativos relacionados con la economía provienen del INEGI, que utiliza una metodología alineada con el Sistema de Cuentas Nacionales y se enfoca en actividades que promueven la creatividad y el impacto económico del sector cultural.
El INEGI, a través de su Cuenta Satélite de la Cultura, ha podido desglosar las actividades culturales en términos económicos, considerando las fuentes de ingresos que incluyen el comercio de bienes y servicios culturales, el gasto de los hogares y el gasto público. Estos datos ofrecen una perspectiva más rigurosa sobre el impacto económico de la cultura en el país.
En resumen, el artículo invita a reflexionar sobre la importancia del Sector Cultura en la economía y la necesidad de contar con un presupuesto adecuado para potenciar su desarrollo.
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