La relación entre México y Estados Unidos está en un momento crítico, y aún más tras el reciente resultado de las elecciones del páis vecino ya que pueden determinar el rumbo de los próximos años. Donald Trump, durante su campaña, lanzó advertencias claras que podrían afectar a México de forma drástica. Desde la promesa de cerrar la frontera hasta la construcción de un muro fronterizo más agresivo, sus propuestas abren la puerta a un escenario lleno de tensiones. La gran pregunta es, ¿México y el mundo están listos para las consecuencias de un segundo mandato de Trump?

Derechos Humanos en Juego: ¿Un Retroceso?

            Durante su primer periodo presidencial, Trump fue señalado por organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch por políticas que afectaron a millones, como la separación de familias y las deportaciones masivas. Ahora, ambas ONG advierten que su regreso podría traer un retroceso en derechos humanos, especialmente para los migrantes y quienes buscan asilo. Un probable efecto en las regiones fronterizas, tras la designación de Trump como presidente, es el enfrentamiento de una crisis humanitaria, las regiones fronterizas de México enfrentarían una crisis humanitaria sin precedentes al verse obligadas a recibir a miles de personas deportadas sin contar con los recursos necesarios para darles apoyo.

La Crisis Migratoria: México como Muro de Contención

            México se ha vuelto el punto de tránsito de miles de migrantes de todo el continente. Las políticas que Trump promete —como el cierre de la frontera y un nuevo plan de deportación masiva— podrían generar una situación crítica en el país, con decenas de miles de migrantes atrapados sin posibilidad de avanzar ni de regresar. Esta situación no solo afectaría la economía y la estabilidad social de las zonas fronterizas, sino que podría provocar tensiones con otros países de la región que también se verían abrumados por el aumento de migrantes.

            Además, Trump ha adoptado un discurso que criminaliza a los migrantes, llegando a llamarlos "criminales" y acusándolos de robar empleos. Este tipo de mensajes no solo divide a la sociedad estadounidense, sino que puede desatar oleadas de racismo y xenofobia en ambos lados de la frontera, complicando los esfuerzos por construir una política migratoria que funcione para ambos países.

Impacto Económico: Comercio en Riesgo

            La relación comercial entre México y Estados Unidos es vital para ambos países, pero las propuestas de Trump podrían desestabilizarla. Ha mencionado, por ejemplo, que renegociaría los términos del T-MEC para favorecer a Estados Unidos, posiblemente imponiendo restricciones a productos electrónicos, autopartes y otros bienes que México exporta. El impacto de esto podría ser devastador para cientos de empresas mexicanas, afectando tanto empleos como cadenas de suministro en la región.

            El cierre de la frontera también implicaría interrupciones significativas en el flujo de bienes y servicios. Los sectores automotriz y agrícola, que dependen de la colaboración entre ambos países, podrían enfrentar pérdidas millonarias. Además, el énfasis de Trump en "América Primero" enviaría una señal de proteccionismo, poniendo en riesgo cualquier futuro acuerdo comercial e impactando especialmente a pequeñas y medianas empresas mexicanas.

            Siguiendo la línea de ideas respecto a la economía del país, Donald Trump tiene como objetivo principal crear un impuesto con un porcentaje considerable a las remesas con destino a nuestro país, México. Esto pone en riesgo el flujo de economía que se ha dado a lo largo de los años, el riesgo que conlleva esta propuesta que ha sido parte de la campaña de Donald Trump es alto, muchas familias e individuos pueden quedar desprotegidos monetariamente y esto repercutiría en el estilo de vida al que están acostumbrados, afectando desde ámbitos de la educación como ámbitos de desarrollo personal.

Seguridad Nacional y Militarización de la Frontera

            La estrategia de Trump contra el narcotráfico incluye una retórica agresiva que sugiere un aumento en la militarización de la frontera. Incluso ha llegado a hablar de atacar laboratorios de narcotráfico en México, una idea que, aunque poco probable, muestra el tono extremo de sus propuestas. La militarización no solo sería un golpe a la soberanía mexicana, sino que podría derivar en una relación fronteriza tensa, en la que México tendría que soportar la presión de cumplir las exigencias de seguridad de Estados Unidos.

Un Escenario Internacional Incierto

            Que Trump cuente con el poder, podría implicar que Estados Unidos se aísle aún más en temas globales, dejando de participar en foros de cooperación internacional sobre temas ambientales, de derechos humanos y de seguridad. Este aislamiento debilitaría los esfuerzos conjuntos para enfrentar problemas globales que requieren colaboración, como el cambio climático y la migración. Este vacío de liderazgo no solo afectaría a México, sino que también cambiaría el balance de poder en el mundo, alterando el orden global de formas impredecibles.

            México enfrenta un momento clave ante Trump que promete políticas duras y poco flexibles que podrían poner a prueba la relación bilateral en todos los frentes. Desde una frontera cerrada hasta una economía proteccionista, las consecuencias de un segundo mandato de Trump se sentirán en la vida diaria de miles de personas en ambos lados de la frontera. Es fundamental que México esté preparado para defender su soberanía y proteger los derechos de sus ciudadanos, enfrentando con firmeza los retos que este escenario plantee.

Gabriel Castañeda Gómez Mont