La familia coahuilense experimentó una situación alarmante durante su visita a Nayarit, donde se hospedaban en un hotel para atender asuntos personales. Apenas diez minutos después de su llegada, varias patrullas y casi veinte policías de distintas corporaciones rodearon el hotel, alegando un supuesto reporte de que había personas armadas en el lugar.
La abogada Tania Haro, originaria de Ciudad Acuña, relató que viajaba con sus hermanos y amigos, incluyendo menores de edad. Ante la presencia policial, ella salió a preguntar sobre el motivo de su intervención. Los policías explicaron que estaban allí debido a un reporte que indicaba la posible presencia de armas. Tras revisar la habitación de la familia y no encontrar nada, se dirigieron a otros cuartos en busca de más personas.
El ambiente se tornó tenso, especialmente cuando los policías intentaron revisar la habitación donde se encontraba un menor, lo cual generó resistencia de la abogada quien afirmó que no había motivos para proceder con la revisión. Después de un intercambio de palabras, los agentes se retiraron temporalmente, tras la llegada de un superior que informó que no había fundamento para la intervención.
El operativo, que involucró al menos ocho patrullas y más de 20 policías armados y encapuchados, preocupó a los huéspedes del hotel e incomodó a la familia coahuilense, la cual finalmente descubrió al día siguiente que les habían robado todas sus pertenencias de un vehículo y que intentaron retirar una suma considerable de dinero de un cajero automático, utilizando una tarjeta bancaria que se encontraba en un maletín que les había sido sustraído. Esta serie de eventos dejó a la familia inquieta y con una experiencia negativa durante su visita a Nayarit.