El hallazgo relacionado con Manuel Panselinos y su posible verdadera identidad como Ioannis Astrapas es un avance significativo en el estudio de la pintura bizantina. Panselinos, conocido por su habilidad para infundir humanidad en el arte religioso ortodoxo, ha sido un enigma para los académicos debido a la falta de información biográfica.
Este artista, que contemporáneamente se había destacado junto a figuras como Giotto en el contexto occidental, es visto como una figura clave en la Escuela de Pintura Macedónica, la cual floreció en Tesalónica. Su estilo se caracteriza por un enfoque más cercano y humano, a diferencia del formalismo estricto que predominaba en el arte bizantino.
Las obras atribuidas a Panselinos son consideradas como hitos dentro de la extensión del imperio bizantino y son valoradas por su calidad excepcional. La conexión reciente entre el apodo "Panselinos" y Astrapas a través de investigaciones lingüísticas y análisis grafológico proporciona una nueva perspectiva sobre su obra y su legado. Esto no solo arroja luz sobre su identidad, sino que también subraya la importancia del artista en la historia del arte bizantino, un aspecto que a menudo es menospreciado en las narrativas artísticas occidentales.
Las técnicas modernas de análisis, como la grafología judicial, ahora permiten hacer conexiones que antes se limitaban a teorías, lo que plantea nuevas preguntas sobre otros artistas de la era y sus respectivas contribuciones. Esto es un recordatorio de la riqueza y complejidad del patrimonio cultural bizantino, que sigue siendo objeto de estudio y redescubrimiento.