El Ejército endurece la seguridad en Palacio Nacional con la llegada de Sheinbaum

La llegada de Claudia Sheinbaum al Palacio Nacional ha sido marcada por un estricto dispositivo de seguridad, reminiscente de prácticas de gobiernos previos, particularmente del PRI. El Ejército tomó el control del área, cercando calles aledañas al Zócalo y asegurando el espacio frente al Palacio. A diferencia de eventos anteriores, donde la ciudadanía podía acercarse a los funcionarios, en esta ocasión se impusieron fuertes restricciones.
Los presidentes invitados no pudieron bajar de sus vehículos al llegar a las inmediaciones del Palacio y fueron conducidos directamente al estacionamiento. Las calles del centro histórico fueron cerradas y se desplegaron numerosos elementos del Ejército para controlar el acceso y el movimiento de la gente. Esto, según los informes, estuvo bajo la supervisión del Estado Mayor, con militares vestidos de civil movilizándose por los lugares de acceso.
El ambiente era considerablemente más restringido que en días pasados, lo que generó un marcado cambio en la dinámica del evento y la interacción entre los funcionarios y la población. Este nuevo enfoque de seguridad parece tener la intención de mantener un control más estricto sobre los eventos y la presencia pública de los miembros del gobierno.

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