Catalina Monreal, excandidata de Morena a la alcaldía de Cuauhtémoc, ha impugnado el triunfo de Alessandra Rojo de la Vega, sugiriendo que la designación de un alcalde sustituto podría ser una posibilidad antes de que los nuevos alcaldes tomen protesta el 1 de octubre. Según Monreal, el jefe de Gobierno, Martí Batres, debe enviar una terna al Congreso de la Ciudad de México para la selección de dicho alcalde sustituto. A pesar de que la decisión final sobre los resultados electorales recae en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Monreal considera que el Congreso, donde Morena tiene el control, tendrá un papel crucial en el futuro de la alcaldía.
Monreal busca distanciarse de la figura de su padre, Ricardo Monreal, con el objetivo de establecer su propio camino político. En su lucha por la alcaldía, ha llevado a cabo un recuento de votos, revisado gastos de campaña y presentado denuncias de violencia política de género, afirmando que fue "invisibilizada" durante la campaña por su oposición, a la que acusa de desestimar su candidatura debido a su parentesco con un político influyente. Catalina Monreal, con una formación en Derecho y una larga trayectoria dentro de Morena, sostiene que el control de Cuauhtémoc es de gran importancia política y que sería un triunfo significativo para su partido y para la coordinación entre el Gobierno local y de la Ciudad de México.