El incidente en Cuernavaca resalta la preocupación por la seguridad en áreas públicas y cercanas a centros de salud. Los disparos que se realizaron desde un vehículo rojo hacia la Clínica número uno del IMSS causaron pánico entre los presentes, quienes se encontraban en una situación vulnerable, ya sea visitando a pacientes o esperando atención médica.
Aunque se reportaron al menos tres personas con heridas leves y se informó que se encuentran estables, la rápida respuesta de la policía y fuerzas armadas fue necesaria para manejar la situación caótica. La confusión inicial acerca de la entrada de los agresores al hospital y rumores sobre la posible toma de rehenes reflejan la tensión y el miedo que generan este tipo de eventos.
Este tipo de violencia en lugares públicos, especialmente en zonas destinadas a la salud y el bienestar, plantea serias preguntas sobre la seguridad y el manejo de la violencia en la región. Además, el suceso en la colonia Otilio Montaño, donde un hombre fue herido en un bar, indica un patrón de violencia armada que parece ira en aumento en ciertos sectores. Es crucial que las autoridades tomen medidas efectivas para garantizar la seguridad de la población en estos espacios.