La desaparición de Maribel Juárez Blanquet, expresidenta municipal de Angamacutiro, es un caso que resalta la grave problemática de la violencia y la inseguridad que enfrenta México, especialmente en ciertas regiones donde los grupos del crimen organizado actúan con impunidad. Su privación de libertad por un grupo armado, ocurrida el sábado en la mañana, ha generado preocupación no solo por su seguridad, sino también por el contexto de amenazas que había recibido previamente.
Maribel Juárez había denunciado en el pasado haber recibido amenazas de muerte mientras hacía campaña para su reelección, lo que sugiere que su situación puede estar vinculada a los problemas de violencia política en la región. Su caso es trágicamente similar al de su hermano, el diputado Erick Juárez Blanquet, quien fue asesinado en 2020. Aunque las autoridades municipales y estatales han intervenido, los esfuerzos de búsqueda no han dado resultados visibles hasta el momento.
Este tipo de incidentes subraya la necesidad de que las autoridades implementen estrategias más efectivas para garantizar la seguridad de los políticos y la población en general. Además, es un recordatorio del constante riesgo que enfrentan aquellos que se involucran en la política en zonas afectadas por el crimen organizado. La falta de justicia en el pasado, como se evidenció en el caso del asesinato de Erick Juárez, hace que la situación actual de su hermana sea aún más alarmante. Es crucial que se brinde atención a este caso y se garantice la seguridad de Maribel Juárez, así como de todos los ciudadanos en situaciones similares.