El asesinato del sacerdote tsotsil, Marcelo Pérez Pérez, ha causado gran consternación y demanda de justicia en la comunidad de San Andrés Larráinzar, Chiapas. A cuatro meses de su muerte, la parroquia ha expresado su descontento con la falta de avances en la investigación y procesamiento de los responsables, destacando la ineficacia del Estado en la procuración de justicia.
El pasado jueves se llevó a cabo una ceremonia en homenaje a Pérez Pérez, que incluyó la inauguración de una capilla en el lugar donde fue enterrado. Durante el evento, el obispo auxiliar, Luis Manuel López Alfaro, ofició una misa en la que los feligreses hicieron un llamado a la verdad y justicia, enfatizando el sufrimiento de muchas comunidades en Chiapas que enfrentan la violencia del crimen organizado.
La parroquia subrayó el legado del padre Marcelo como un defensor de la paz y la justicia, valorando su labor pastoral y su compromiso con los más necesitados. En sus palabras, se reflejó la convicción de que su espíritu y mensaje perduran en la lucha por justicia y dignidad de los pueblos marginados. La comunidad reafirmó su deseo de que su memoria sirva como un faro de esperanza en la búsqueda de un futuro más justo.