Denuncian otro caso de abuso sexual contra diputado de Morena.

El pasado miércoles, cuando un adolescente de 15 años pidió ayuda al 911 porque el legislador abusó de él en la habitación de un hotel de la colonia Juárez podría no ser el único caso.
Otro joven originario de Puebla, que fue entrevistado por el diario Milenio, relata que Huerta Corona quiso aplicar el mismo modus operandi contra él en septiembre pasado también en la Ciudad de México, pero logró escapar de la recámara del hotel donde el diputado quiso besarlo.
El joven también platica que en la capital poblana podría haber más casos de otros varones, presuntas víctimas del legislador oriundo de esa entidad.
“Me ofreció un futuro político”, señaló el joven.
“Yo lo conocí como candidato, cuando aún no era diputado. Posteriormente, me invitó en reiteradas ocasiones a la Cámara de Diputados a presenciar una sesión”, platica.
-¿Cómo es que tuviste tú, siendo menor de edad, un acercamiento con un personaje político como él?
-En campaña y porque pertenezco a grupos juveniles políticos, principalmente de activismo social, apartidistas.
El joven relata que esa actividad política en el estado de Puebla permitió que el grupo de muchachos al que pertenece tuviera cercanía con el que entonces era candidato a diputado federal. Una vez que se conocieron, Huerta Corona lo invitó a ser su colaborador, pero el muchacho nunca aceptó.
“Incluso me ofreció que iba a asegurarme un futuro político, con tal de que yo fuera a vivir cerca de su domicilio para poder trabajar políticamente esa zona”, dice.
-¿Es decir que sí había un interés muy particular de él sobre ti?
-Sí, sí, sí, en reiteradas ocasiones me había invitado, ya llevaba aproximadamente un año haciéndome la invitación; sin embargo, yo no aceptaba por diversas cuestiones, hasta que ya de plano llegó un día en que tuve el día libre y fue precisamente el día que me realizó la invitación a la Cámara de Diputados.
Ese día, cuenta, invitó a todo el grupo de muchachos de la agrupación juvenil, pero una noche antes, les canceló a los demás, excepto a él. A los demás, el legislador les dijo que no le iba a dar tiempo de atenderlos a todos, pero a este joven le dijo que así era mejor para que pudiera atenderlos uno por uno.
​El joven viajó desde Puebla a la Ciudad de México en el auto del legislador, y ahí, relata, comenzó el acoso.
“Desde que yo abordé su automóvil en aquel momento, él iba haciendo ciertos comentarios como de ‘¿qué opinas de las personas homosexuales? ¿tú no les tienes aberración?’ y preguntándome cuestiones que quizá se me hacían un tanto normales, pero sí empezaban a hacerse sospechosas”, dice.
Pero al salir de la Cámara de Diputados, después de la votación de una iniciativa, empeoró la situación para él.
“Terminó la votación, salimos, me llevó a un bar que está cerca del Monumento a la Revolución, prácticamente atrás del Monumento a la Revolución; pidió una mesa y al acercarse el mesero, únicamente dijo que ‘lo de siempre’, que ya sabía lo que iba a ser.
Cuando hace esta expresión, el mesero hace una cara de burla y a partir de ahí, empezó a prender ciertas alarmas dentro de mí”, dice el muchacho.
Cuando llegó el mesero con las copas servidas, a él le dieron un refresco que le supo amargo y una vez que lo tomó, empezó a sentirse mal.
“Quizá no me afectó tanto porque en todo momento estuve en mis cinco sentidos, pero sí empezaba a sentir mareos y ya cuando empecé a sentir mareos, le dije ‘hasta aquí, ya no voy a tomar más’ y me dijo ‘está bien, vamos ya al hotel para que nos vayamos a dormir’”, continúa.
Pero cuando llegaron al hotel, la promesa de que habría dos habitaciones se desvaneció y la realidad fue otra.
“Vamos entrando al hotel yo veo que es una cama y le pregunto ‘¿qué sucede?’; me dijo ‘no te preocupes, es que ya no había cupo’. Y es ahí donde este personaje hizo lo mismo que al chico de esta semana: entra al baño, sale desnudo y al querer abrazarme, simplemente me hago a un lado, tiro un golpe y me salgo de la habitación a hablar con unos amigos que viven en Ciudad de México para que pudieran apoyarme.
Él se fue a dormir porque ya era tarde y ya nada más me quedé en otra habitación”, comenta.
A la mañana siguiente, el legislador supuestamente minimizó el hecho.
“Me dijo que no había pasado nada, que fue un impulso, que los dos queríamos y le dije ‘no, es que los dos no queríamos’. Y dijo ‘bueno, como quiera que sea, yo tengo fuero y tú sabes cómo me manejo políticamente en mi zona’. Eso fue lo que me dijo”, recuerda.
El joven asegura que no denunció el hecho porque afirma que hay familias de otras supuestas víctimas que han sufrido robos o golpizas por haber reclamado.
“Tengo entendido que no soy el único, ni este chico era el único, ya traía un historial, que las familias de los demás chicos no la han pasado bien y han llegado a sufrir supuestos robos o los golpean, etcétera y también fue por temor que no denuncié”, asegura.
“Cuando terminamos de desayunar en el hotel, yo estaba por mi lado y él estaba con otros chavos y simplemente me dijo ‘ten, toma 500 pesos vete a la TAPO y te regresas a Puebla’. Entonces, me dio 500 pesos, pero cuando me dio esos 500 pesos, me dijo ‘ah, pero no le digas a nadie, esto queda entre nosotros, porque si no, me vas a traer problemas y te voy a traer problemas a ti’”, recuerda.
Ahora, lo único que pide es que se haga justicia y “que este tipo de personajes paguen por lo que hacen y que no se escuden en un fuero constitucional para no responder por sus acciones y todo mi apoyo y respaldo a este chico que se atrevió a denunciar porque es muy difícil y por lo que él dijo en entrevistas anteriores, la situación por la que pasó fue más complicada por la que yo pude llegar a pasar, pero que, sin embargo, estoy dispuesto a apoyarlo en lo que se pueda”.

Con información de Milenio 

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