Daniela Souza es un ejemplo inspirador de perseverancia y determinación en el deporte. A pesar de considerar dejar el taekwondo tras no clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, logró encontrar su camino y este año obtuvo su pase para París 2024. Con la fuerte influencia de su padre, quien fue portero de los Pumas, y de su madre, que vio en el taekwondo una oportunidad para que sus hijas representaran a México, Daniela comenzó su trayectoria en el deporte a una edad temprana.
A través de los años, Daniela transformó sus retos personales, como la timidez y la inseguridad, en confianza y autodescubrimiento. Aunque inicialmente no disfrutaba de la adrenalina de las competiciones, ha aprendido a manejar su energía mental para mejorar su desempeño en el tatami. Su historia destaca no solo sus logros en el taekwondo, sino también su crecimiento personal y emocional, convirtiéndola en una figura a seguir en el deporte mexicano. Su historia se enriquece aún más por el reconocimiento que ha recibido, incluyéndola en las proyecciones de medallas de la revista Sports Illustrated.
Con su debut programado para el 6 de agosto en los Juegos Olímpicos, la comunidad deportiva mexicana espera con entusiasmo lo que Souza puede lograr en esta plataforma mundial.