La situación en torno a Rosario Piedra Ibarra, actual presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México, ha adquirido un giro inesperado en las horas previas a una votación crucial en el Senado sobre su continuidad en el cargo. A pesar de haber sido la peor evaluada en el proceso de selección, su inclusión en la terna de candidatos generó controversia, particularmente después de que el exobispo Raúl Vera denunciara la presentación de una carta de apoyo falsificada, que supuestamente contenía su firma.
En respuesta, Francisco Estrada Correa, secretario ejecutivo de la CNDH y encargado de la campaña de Piedra Ibarra, emitió un comunicado en el que se deslinda de responsabilidad en el asunto. Estrada Correa afirmó que recibió la carta apócrifa de una persona cuya identidad no revela, argumentando que no puede garantizar su honorabilidad. Según él, Piedra Ibarra no tuvo ninguna participación en este incidente y no está ligada a las cartas enviadas al Senado para respaldar su reelección.
Además, Estrada Correa informó que ha presentado testimonio ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México con el fin de esclarecer los hechos y prevenir que la denuncia de Vera sea utilizada políticamente para desacreditar la candidatura de Piedra Ibarra. En su pronunciamiento, también indicó que se dedicará a abordar esta situación en los próximos días, refiriéndose a las acusaciones como una "nueva infamia".
Este escándalo ha puesto en tensión el proceso legislativo en curso, ya que el Senado se prepara para discutir y votar sobre la nueva titular de la CNDH, lo que ha aumentado las críticas y cuestionamientos sobre la idoneidad de Piedra Ibarra para continuar en el cargo.