La muerte de Diego Armando Maradona ha desencadenado un juicio que busca esclarecer la responsabilidad de los profesionales de la salud que lo atendieron en sus últimos días. A partir del 11 de marzo, siete personas enfrentan acusaciones de homicidio simple por dolo eventual, una figura legal que implica que, aunque no se hubiese intentado matar, sus acciones u omisiones contribuyeron a la muerte del exfutbolista.
Maradona, una leyenda del deporte mundial, falleció a los 60 años debido a un paro respiratorio en su hogar, tras haber sido operado de un edema craneal. La situación del ícono del fútbol, quien luchó contra las adicciones y problemas de salud, plantea serias interrogantes sobre la calidad de atención médica que recibió en su postoperatorio.
Los acusados, que incluyen a médicos y personal de salud, podrían enfrentarse a penas de entre ocho y 25 años de prisión si se establece su responsabilidad en la muerte de Maradona. El juicio está previsto que dure aproximadamente tres meses y se espera que en julio el tribunal de tres jueces emita un veredicto sobre los siete acusados. Es importante destacar que una de las enfermeras, Dahiana Madrid, ha solicitado un juicio separado con jurado, el cual iniciará en julio.
Este caso no solo conmociona al mundo del fútbol, sino que también abre un debate sobre la ética médica y la responsabilidad de los profesionales de la salud en el cuidado de sus pacientes, especialmente en situaciones críticas. La atención a Maradona, un personaje tan influyente, se convierte en un tema de intenso escrutinio social y legal.