La crisis de violencia en Sinaloa, impulsada por las facciones rivales del crimen organizado, ha dejado un saldo devastador en los últimos meses. Según cifras de la Fiscalía local y colectivos de madres buscadoras, se han reportado 535 asesinatos y cerca de 900 personas desaparecidas entre septiembre y diciembre. Esto implica un promedio de seis homicidios diarios y aproximadamente 10 desapariciones forzadas.
Además de los homicidios y desapariciones, la violencia ha provocado un aumento en otros delitos. Se han robado alrededor de 1,728 vehículos en el mismo periodo, lo que equivale a casi 20 vehículos robados cada día. Los robos dentro de negocios también han aumentado, junto con vandalismo y ataques a propiedades, aunque no se cuenta con estadísticas oficiales para estos incidentes.
Es importante señalar que las cifras oficiales pueden no reflejar la magnitud total de la violencia, ya que muchas bajas durante enfrentamientos entre grupos criminales no son reportadas, y se estima que al menos 46 civiles han muerto en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en este periodo. La situación de seguridad sigue siendo crítica en la región, con un llamado urgente a abordar la violencia y sus consecuencias para la población civil.