Autoridades de Jalisco niegan existencia de hornos crematorios en rancho Izaguirre de Teuchitlán

El rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, ha sido objeto de controversia tras el hallazgo de restos humanos en un contexto de inhumación clandestina. La Fiscalía del Estado de Jalisco, en un comunicado fechado el 13 de marzo, indicó que, tras inspeccionar el sitio, no se encontraron "estructuras que fungieron como hornos". Sin embargo, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, responsable del descubrimiento inicial, sostiene que sí hubo calcinamiento de restos humanos en hoyos excavados en la tierra.
Este hallazgo se produjo después de que en un primer comunicado, la Fiscalía confirmara la existencia de "restos óseos calcinados", y que en la revisión de la Vicefiscalía en Personas Desaparecidas se revelaran circunstancias inéditas, como la combinación de calcinamiento e inhumación de los restos, cubiertos con tierra y losas de ladrillo, lo que dificultó su detección inicial.
El colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, liderado por Indira Navarro Lugo, explicó durante una transmisión en vivo cómo funcionaban estos "crematorios" subterráneos. Detalló que el uso de piedras, losas y ladrillos ayudaba a aumentar la temperatura durante el proceso de quema de los restos. Navarro también mencionó hallazgos de piezas dentales y fragmentos de cráneo en lo que parecen ser múltiples fosas-crematorios, sugiriendo que el lugar podría haber sido un sitio de exterminio de gran escala.
Este caso pone de relieve la complejidad de la situación de las desapariciones y el uso de métodos inhumanos por parte de grupos criminales en México, así como la dificultad de la investigación y la respuesta de las autoridades ante este tipo de crímenes.

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