La situación de Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de México, ha generado un gran debate en torno a la legalidad de su tesis de licenciatura, en la que se ha señalado que podría haber plagio en relación a una tesis de otro estudiante, Edgar Ulises Báez. El escándalo ha resurgido en un momento clave, justo antes de la elección de un nuevo presidente del Poder Judicial de la Federación (PJF).
A pesar de que en junio de 2023 un juez determinó que Esquivel era la autora única de su tesis, esta resolución ha sido cuestionada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que argumenta que la decisión del juez no tiene validez vinculante y no puede detener la investigación pertinente sobre las acusaciones de plagio. Ante esta situación, la ministra ha buscado otras instancias legales para combatir la investigación iniciada por la UNAM, presentando una demanda ante el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA).
Es importante destacar que el presidente del TFJA, Guillermo Valls Esponda, también es un aspirante a ocupar un cargo en la SCJN, lo que podría añadir una capa de complejidad a la situación. Esquivel busca así finalizar las investigaciones de la UNAM y evitar que se dé a conocer la respuesta sobre la acusación de plagio, lo que se convierte en un tema delicado dentro del panorama judicial del país.
Esta situación crea un entorno de incertidumbre en la función del PJF y pone de manifiesto las tensiones entre las instituciones y procesos judiciales en México, así como el uso de mecanismos legales en casos de alta relevancia. La continuación de la investigación o la resolución de estos temas será vital para la credibilidad del sistema judicial y para la misma ministra.