El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se vivieron momentos de tensión en Yucatán, donde las manifestantes enfrentaron represión por parte de las autoridades. Durante una protesta, se utilizaron gases lacrimógenos y agua a presión contra las mujeres que buscaban expresar sus demandas por la igualdad de género y sus derechos.
El gobernador del estado, Joaquín Díaz Mena, conocido como "Huacho", ofreció una transmisión en vivo en la que mostró su apoyo a las causas feministas, sin embargo, evitó condenar directamente las agresiones y la represión vivida por las manifestantes. A pesar de su reconocimiento de la importancia de la lucha por la igualdad y derechos de las mujeres, su respuesta a los hechos de violencia fue más bien evasiva.
Díaz Mena enfatizó su compromiso con la protección de las mujeres y su derecho a manifestarse, aunque muchos critican que su declaración llega tarde y sin abordar la gravedad de la represión sufrida por las protestantes. Así, la situación refleja el dilema de cómo las autoridades manejan las protestas en un contexto donde los derechos de las mujeres siguen siendo una lucha constante.