El "Plan C" y las reformas constitucionales propuestas en México tienen el potencial de generar tensiones significativas en el ámbito del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) durante la revisión programada para 2026. Durante el “4o Congreso Nacional: La Transformación Aduanera, retos y oportunidades 2024-2030”, Orlando Pérez Garate, exdirector General de Consultoría Jurídica de Comercio Internacional de la Secretaría de Economía de México, destacó que estas reformas podrían afectar a varios aspectos clave del tratado comercial.
Uno de los puntos críticos de discusión será la posible desaparición de organismos autónomos y las modificaciones a estructuras legales, así como a las políticas de transparencia. Esto puede generar inquietudes en Estados Unidos y Canadá sobre el compromiso de México con las normas y regulaciones que rigen el T-MEC.
Además, las reformas relacionadas con la política energética y de inversión también podrían ser motivo de controversia, especialmente en un contexto donde se busca fomentar un ambiente favorable para la inversión extranjera. La inclusión en la Constitución de prohibiciones sobre el uso de maíz genéticamente modificado es otro tema que podría complicar la discusión, dado que esto afecta tanto a la producción agrícola como a los flujos comerciales en el contexto del tratado.
Pérez Garate mencionó que la revisión cada seis años es crucial para identificar problemas y oportunidades, permitiendo ajustes a los acuerdos existentes. Algunos de los conflictos que podrían surgir incluyen disputas en el sector automotriz, cuestiones energéticas y laborales, así como aspectos relacionados con las políticas sobre el maíz transgénico. Estos temas no solo son relevantes para las relaciones comerciales entre los tres países, sino que también reflejan cambios más amplios en las políticas económicas y sociales que podrían tener repercusiones significativas en la implementación y efectividad del T-MEC.