En 2024, las finanzas de México experimentaron un contraste marcado, con el peso y el mercado bursátil enfrentando uno de sus peores años en la historia reciente, mientras que simultáneamente se registró un incremento histórico en las reservas internacionales del Banco de México (Banxico).
El 31 de diciembre de 2024, el peso mexicano cerró en 20.8829 por dólar, lo que implicó una depreciación de 22.5 centavos, o un 1.089% respecto al cierre del día anterior. A lo largo de la jornada, la moneda nacional abrió en 20.6943 y fluctuó entre un mínimo de 20.6990 y un máximo de 20.9100, cerrando con una pérdida diaria de 18.86 centavos, equivalente al 0.91% el mismo día.
De acuerdo con Reuters, 2024 fue el peor año para el peso desde 2008, año marcado por la crisis financiera global, con una depreciación anual del 22.8%. Este año también marcó el fin del llamado "súperpeso", que alcanzó una cotización de 16.25 por dólar en abril.
El clima de volatilidad en el mercado cambiario se intensificó tras el triunfo del partido Morena y su mayoría calificada en el Congreso, lo que generó incertidumbre ante la implementación del Plan "C" del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador. Esto facilitó reformas significativas en el Poder Judicial y la disolución de varios órganos autónomos, como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Nacional de Transparencia (INAI). Estas reformas generaron preocupación entre los analistas económicos y los mercados, lo que impactó negativamente en la estabilidad del peso.