Los incendios forestales en Baja California, exacerbados por los vientos de Santa Ana, han provocado una situación grave en la región. Cuatro municipios —Tijuana, Playas de Rosarito, Tecate y Ensenada— han sido directamente impactados. Hasta la fecha, se reportan dos muertes, más de 450 evacuaciones y la cancelación de clases debido a la contaminación por ceniza.
Desde el 15 de enero, se ha observado una serie de incendios que se intensificaron a partir del 23 de enero. La Coordinación Estatal de Protección Civil había emitido alertas sobre la llegada de estos vientos, que pueden alcanzar velocidades de hasta 75 kilómetros por hora en áreas montañosas, provocando condiciones propicias para el fuego.
Además, el incendio conocido como "Border 2 Fire" en la zona montañosa de Otay Mesa, California, ha sido visible desde Tijuana, aumentando la inquietud entre los residentes mexicanos. Este incendio ha afectado aproximadamente 4,250 acres (1,719 hectáreas), con un nivel de contención del 10% y el cierre de escuelas en la zona afectada.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha reportado que el suministro eléctrico de más de 98,000 usuarios en Baja California se ha visto comprometido debido a estos vientos. Aunque ya han restablecido el servicio a aproximadamente 71,000 usuarios, continúa la labor para reactivar el suministro eléctrico completo en la región.