El reportaje destaca el creciente uso y la controversia en torno a los cigarrillos electrónicos o vapeadores en México, en un contexto donde el debate sobre su impacto en la salud está en auge. A pesar de la prohibición de la importación de estos dispositivos desde hace más de dos años, la venta y consumo continúan aumentando, impulsados por un mercado negro que ofrece una amplia variedad de productos sin regulación.
En el relato, se describe a un vendedor en Polanco que ofrece diferentes marcas de vapeadores, ilustrando cómo estos dispositivos se han integrado en la cultura juvenil, vendiéndose junto a otros productos comunes como revistas y golosinas. La falta de regulación permite que se comercialicen en espacios públicos, atrayendo especialmente a un público joven con sabores y presentaciones atractivas.
El contraste se pone de manifiesto al comparar el marketing de los vapeadores con las advertencias de salud que se encuentran en los paquetes de cigarrillos tradicionales, que lucen imágenes gráficas de los efectos dañinos del tabaco. El reportaje subraya la preocupación de las autoridades sobre el potencial riesgo que estos productos representan para la salud pública, mientras que muchos usuarios los consideran una alternativa menos dañina frente al tabaco convencional.
En el marco político actual, la reciente aprobación por parte de la Cámara de Diputados de la prohibición constitucional de los vapeadores sugiere que el tema seguirá siendo objeto de debate y análisis en México, dado el auge de su consumo y las implicaciones para la salud pública.