Tetecala, un pequeño municipio en Morelos, México, está transformándose en un centro pionero para el cultivo y uso legal de la cannabis, buscando certificarse como el primer "pueblo cannábico" del país. En este lugar, que forma parte del “corredor de tráfico de drogas” que se extiende desde Guerrero hasta la Ciudad de México, los campesinos están abandonando cultivos tradicionales debido a las dificultades económicas y están buscando oportunidades en el cultivo de mariguana.
La población de Tetecala de la Reforma, que según el INEGI contaba con 7,617 habitantes en 2022, ha comenzado a ver llegadas de turistas de diversas nacionalidades que buscan consumir cannabis. Este interés también ha derivado en un cambio de mentalidad entre los habitantes. Doña Rutilia, una agricultora de 70 años, comparte cómo han ido rompiendo estigmas sobre la mariguana, considerándola no como una droga dañina, sino como una planta con propiedades curativas.
Cerca de 150 ejidatarios, todos adultos mayores, están involucrados en el "Plan Tetecala", una iniciativa comunitaria que promueve el cultivo de cannabis con fines medicinales, tales como la producción de aceites y cremas. Este esfuerzo no solo busca generar ingresos económicos, sino también desplazar las actividades ilícitas y la violencia asociada al narcotráfico en la región. La comunidad tiene un enfoque en el bienestar, evidenciado por la presencia de productores que se capacitan para maximizar los beneficios medicinales de la planta.
El proceso de cultivo se realiza en parcelas comunitarias, y tras la recolección de la planta, se inicia la producción de productos derivados, con la intención de volver a sembrar cuando inician las lluvias en junio. Este cambio hacia la cannabis no solo representa una adaptación económica, sino un paso hacia la legalización y un entorno más seguro en Tetecala.