La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México ha iniciado un proceso de ajuste en su cuadro de mandos policiacos tras el asesinato de dos cercanos colaboradores de la jefa de gobierno, Clara Brugada. Este ajuste se produce en medio de rumores sobre irregularidades en la actuación de algunos policías en la investigación de los crímenes, específicamente en cuanto a la manipulación de evidencias.
La SSC, bajo la dirección de Pablo Vázquez, ha señalado que la Dirección General de Asuntos Internos ha comenzado una investigación administrativa para determinar posibles responsabilidades y que, simultáneamente, se está llevando a cabo este ajuste para reforzar la estrategia de seguridad pública.
Por su parte, Clara Brugada confirmó el ajuste, aunque lo enmarcó dentro de una reestructuración más amplia que obedece a la evaluación de los sectores policiacos. Ella enfatizó que se están realizando cambios en los mandos en respuesta a estas evaluaciones y la implementación de nuevas estrategias para mejorar la seguridad en la ciudad.
Ambas versiones sobre el ajuste reflejan preocupaciones sobre la efectividad y la ética dentro de las fuerzas policiales en la Ciudad de México, así como la necesidad de implementar cambios que respondan a los retos actuales en materia de seguridad.