El asesinato de Audel Arnoldo Hernández Solís, secretario de acuerdos del Juzgado Segundo de Distrito, ha conmocionado a la comunidad y al Poder Judicial en México. El hecho, ocurrido mientras desayunaba en un puesto de birria, resalta la creciente violencia que afecta a varias regiones del país. A pesar de tratarse de un representante de la justicia, su muerte revela los riesgos que enfrentan funcionarios en el ejercicio de sus funciones.
La falta de información oficial por parte de las autoridades hasta el día siguiente ha generado inquietud sobre la respuesta ante este tipo de crímenes. Sin embargo, el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) ha condenado la violencia y ha solicitado a las autoridades que se aclaren los hechos y se asignen responsabilidades, indicando una postura firme frente a la impunidad.
El ataque, llevado a cabo por dos hombres en motocicleta, refleja un modus operandi frecuente en crímenes de esta índole, lo que provoca un entorno de temor tanto en la sociedad como en los operadores de justicia. La reacción del establecimiento donde ocurrió el tiroteo, Birriería "El Gallero", demuestra la gravedad del suceso y su impacto en la comunidad local, quienes también se ven afectados por la violencia desatada en su entorno.
A medida que avanzan las investigaciones, la comunidad espera que se haga justicia y se tomen medidas efectivas para proteger a los funcionarios y a la ciudadanía en general.