La situación en la estación Hidalgo del Metro de la Ciudad de México destaca un conflicto entre vendedores informales que, en este caso, se llevó a cabo de manera violenta. A pesar de la presencia de la Policía Bancaria e Industrial, la pelea continuó durante varios momentos, lo que refleja tanto la tensión entre los comerciantes como los desafíos que enfrenta la autoridad para mantener el orden dentro del transporte público.
Los espectadores, usuarios del Metro, se encontraron en medio de la confrontación, lo cual puede generar un ambiente de inseguridad. La intervención de la Secretaría de Seguridad Ciudadana fue clave para dispersar a los involucrados y prevenir que la situación escalara aún más. El hecho de que se mantenga presencia policial en la estación puede ser una medida para evitar futuros incidentes.
Este tipo de peleas no solo afecta a los involucrados, sino también a los usuarios del servicio y crea un ambiente tenso en lugares que deberían ser seguros y funcionales para el transporte diario de millones de personas.