La situación descrita en Oaxaca refleja una profunda crisis en materia de derechos humanos y la problemática de la desaparición forzada de mujeres. La familia de Sandra Estéfana Domínguez, quien ha estado desaparecida durante cinco meses, ha expresado su dolor y frustración frente a la falta de atención y acción por parte de las autoridades. A pesar de las afirmaciones del gobernador Salomón Jara Cruz sobre políticas de bienestar para las mujeres, como el programa "Mujeres de la Primavera", muchas personas consideran que estas iniciativas son insuficientes y no abordan las serias preocupaciones de seguridad y justicia.
Las cifras sobre desapariciones indican una alarmante tendencia, con 855 mujeres desaparecidas en el estado, lo que pone en evidencia un contexto de violencia y negligencia estatal. Las marchas y protestas de organizaciones feministas y familiares son una respuesta necesaria para exigir atención y respuestas efectivas de las autoridades.
El dolor vivido por la familia de Sandra, que se enumeró en días, horas y minutos desde su desaparición, refleja la angustia constante que enfrentan aquellos que buscan justicia y verdad. Las consignas coreadas durante la manifestación evidencian la demanda de visibilidad y acción en casos de desaparición. La respuesta de la policía, al cerrar el acceso al Palacio de Gobierno, añade una capa de frustración y negligencia a la situación.
Este tipo de casos resalta la urgencia de que las autoridades implementen medidas efectivas para atender la violencia de género y la desaparición forzada, alineando sus políticas con las necesidades reales de la población afectada y garantizando su seguridad y bienestar.