Reclaman a jueza que liberó a feminicida de Rosaura y denuncian complicidad de policías
El espeluznante caso de Rosaura y su familia, asesinados de manera violenta en su hogar en Azoyatla, ha desatado una serie de denuncias sobre la utilización indebida de recursos de la policía por parte del presunto agresor, Marco Antonio M.G., un expolicía. La declaración de una excompañera de trabajo de Rosaura revela que Marco Antonio, a pesar de no ser parte activa de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de Mineral de la Reforma, continuaba utilizando indumentaria oficial y contaba con el respaldo de agentes en sus actos de acoso.
Esto plantea serias preocupaciones sobre la eficacia y la integridad de las instituciones de seguridad pública, así como sobre la protección de las víctimas de violencia de género. La denuncia expone que, además de intimidar y acosar a Rosaura, Marco Antonio había sido detenido previamente por violencia familiar, pero su proceso se suspendió condicionalmente, lo que dejó a la víctima en una situación de vulnerabilidad.
La presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Hidalgo, Rebeca Stella Aladro Echeverría, defendió la decisión de la jueza responsable del caso, argumentando que no hubo oposición por parte de Rosaura o del ministerio público para la suspensión del proceso; sin embargo, la situación plantea serias interrogantes sobre el sistema judicial y su capacidad para proteger a las víctimas en contextos de riesgo.
Este trágico incidente ha generado un clamor por un cambio en las políticas de atención a la violencia de género en la región y una revisión de los protocolos que permiten que agresores continúen acosando a sus víctimas con impunidad. La situación enfatiza la necesidad de una reflexión y reforma profunda en el manejo de tales casos por parte de las autoridades competentes.
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