El asesinato del alcalde Alejandro Arcos Catalán ha dejado a la administración de Chilpancingo en una posición incierta. Su suplente, Gustavo Alarcón Catalán, se encuentra evaluando si acepta o no asumir el cargo de alcalde. Durante este proceso de luto, el presidente interino del PRD, Mario Ruiz Valencia, ha enfatizado la necesidad de respeto y ha declarado que la situación se revisará una vez concluido el sepelio.
La ley establece que en ausencia de los miembros del Cabildo, las funciones deben ser asumidas por sus suplentes, como en este caso, donde Alarcón Catalán es el designado. Sin embargo, él ha manifestado ante los medios que aún no tiene claro cómo proceder y cuáles son los pasos legales requeridos para asumir el puesto.
Esta situación de vacante administrativa genera preocupación sobre la continuidad de la gobernanza en Chilpancingo, mientras las autoridades y los miembros del partido analizan el contexto y los siguientes pasos a seguir. La falta de claridad sobre quién liderará la alcaldía en este momento crítico añade más incertidumbre en la comunidad.