El Acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por la presidenta Claudia Sheinbaum reconoce oficialmente la masacre de estudiantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, ocurrida el 2 de octubre de 1968, como un "crimen de lesa humanidad". Este reconocimiento se enmarca en un contexto de celebración del legado de los movimientos sociales en México y responde a una demanda histórica de justicia por parte de las víctimas y sus familias.
El Acuerdo identifica al expresidente Gustavo Díaz Ordaz como el único responsable de la masacre, resaltando que el gobierno de aquel entonces tomó decisiones que llevaron a la represión violenta de los estudiantes que exigían derechos y libertades fundamentales. También se menciona que Díaz Ordaz asumió en su quinto informe de gobierno la responsabilidad por estos eventos.
Sheinbaum Pardo instruye a la secretaria de Gobernación para que ofrezca una disculpa pública a las víctimas y a la sociedad en su conjunto, comprometiéndose a que el Estado mexicano garantice que tales atrocidades no se repitan. En su calidad de Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, Sheinbaum asegura que se impartirán órdenes para prevenir el uso de las fuerzas armadas contra el pueblo y para fomentar la defensa de los derechos humanos.
El Acuerdo destaca la naturaleza “fría y cruel” de los acontecimientos de 1968, subrayando que estos eventos fueron una acción deliberada para reprimir a un grupo social que hacía uso de sus derechos de manifestación, expresión y organización. También se enfatiza que la masacre fue un claro indicativo de un régimen autoritario que buscaba silenciar cualquier intento de resistencia y organización política independiente.
Este reconocimiento y las acciones a seguir representan un paso significativo hacia la reparación histórica y el fortalecimiento de los derechos humanos en México.