Circe Camacho, la alcaldesa electa de Xochimilco, se enfrenta a desafíos significativos en su nueva gestión, especialmente respecto a la inseguridad y la pobreza en la demarcación. Reconoce que estos temas son en gran medida competencias del Gobierno de la Ciudad de México y de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, a quienes atribuye la responsabilidad de abordar la presencia del crimen organizado en la zona. Consciente de que los alcaldes no cuentan con las herramientas necesarias para combatir el crimen organizado, enfatiza que su enfoque estará en servir a la comunidad, no en aprovechar su posición.
Camacho destaca un incremento preocupante en las desapariciones forzadas de jóvenes, sugiriendo que esto refleja una realidad social más amplia: los sectores más vulnerables son los más afectados. Para contrarrestar esta situación, planea implementar estrategias de prevención del delito, y ha comenzado a colaborar con diferentes instancias, incluida posiblemente la militar.
En cuanto a la colaboración con la sociedad civil, Camacho expresa su disposición a trabajar con organizaciones que buscan abordar la problemática de las desapariciones, recordando su pasado en movimientos sociales. También menciona haber tenido conversaciones con el actual secretario de Seguridad Ciudadana, Pablo Vázquez, proponiendo un plan de acción que incluye aumentar la presencia de policías auxiliares y mejorar la infraestructura de seguridad en la zona, como más cámaras y patrullas equipadas con tecnología avanzada. La necesidad de reforzar la presencia policial, especialmente en las áreas más afectadas, es uno de sus principales objetivos al asumir el cargo.