El comunicado emitido por fieles católicos de las parroquias de Santa Catarina y San Pedro Apóstol en Chiapas refleja una profunda preocupación por la situación de ingobernabilidad y violencia que afrontan en sus comunidades. La narrativa enfatiza el sufrimiento de las poblaciones tsotsiles en los municipios de Chenalhó y Pantelhó, donde la violencia derivada de la lucha entre bandas del crimen organizado ha resultado en desplazamientos forzados, muertes de inocentes y un ambiente de terror constante.
Los líderes religiosos instan a las autoridades, tanto estatales como federales, a recuperar el estado de derecho y garantizar la paz y seguridad. Se cuestiona la efectividad de la intervención militar y la Guardia Nacional, con alegaciones de posible complicidad entre las fuerzas de seguridad y grupos criminales. Además, señalan el impacto devastador de esta violencia en las comunidades, mencionando el temor de los niños, el sufrimiento de las familias desplazadas y la dolorosa realidad que enfrentan las mujeres ante la pérdida de sus seres queridos y la libertad de sus hijos.
El llamado a la acción es claro: las comunidades piden urgentemente un cambio que les permita vivir en paz y evitar que más personas tengan que buscar refugio en otros lugares o países. Utilizan el lenguaje de la esperanza en la voz de Dios y los profetas, sugiriendo que la verdad y la justicia son caminos a seguir, a pesar del sufrimiento actual. Esto apunta a un deseo de resistencia y dignidad frente a la adversidad, interpelando a las autoridades para que asuman su responsabilidad en restaurar la paz en la región.