Encuestas confirman dominio de Morena en Cámara de Diputados para las elecciones

Los sondeos elaborada por EL PAÍS arroja cuatro escenarios que garantizan al partido de López Obrador el control del Legislativo, incluso sin aliados

Encuestas confirman dominio de Morena en Cámara de Diputados para las elecciones

México se encamina hacia la contienda electoral más grande de su historia, en las que quedarán elegidos 20.000 cargos públicos, entre ellos, los gobernadores de 15 de las 32 entidades federativas y los 500 miembros de la Cámara de Diputados. La campaña lleva semanas desarrollándose en torno a un eje polarizador central, el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, con un partido de Gobierno omnipresente y una oposición sin liderazgos y desdibujada. Los comicios del 6 de junio marcan el ecuador del sexenio y la formación del presidente domina nítidamente las encuestas: casi 1 de cada 2 votos irían a Morena, según la media ponderada de los principales sondeos elaborada por EL PAÍS, que se ciñe a la composición Cámara baja.

A mucha distancia le siguen el Partido Acción Nacional PAN y el Partido Revolucionario Institucional PRI, alrededor del 17% cada uno. A más distancia se encuentran las fuerzas más pequeñas: la izquierda oficialista del Partido del Trabajo PT, la tradicional ahora en la oposición del Partido de la Revolución Democrática PRD, los pivotales verdes del PVEM, aliados de Morena en el Congreso, y Movimiento Ciudadano están entre los 2 y los 5 puntos porcentuales; pero todos ellos lograrían representación gracias a su diferencial implantación territorial. Los cuatro escenarios que arrojan los sondeos garantizan a Morena, que hoy tiene mayoría absoluta, el control de la Cámara con o sin el apoyo de otras formaciones.

Estas elecciones y la composición de la Cámara de Diputados serán, en cualquier caso, determinantes para la segunda mitad del sexenio, en la que López Obrador está decidido a dejar una huella en la historia del país con su proyecto de la llamada Cuarta Transformación. El presidente ya ha dado varias señales de ello al hacer bandera de algunas cuestionadas reformas estructurales. En primer lugar, su plan energético, que supone un intento de re-nacionalización de facto del sector eléctrico y el de los hidrocarburos, con el rescate de dos empresas estatales: la Comisión Federal de Electricidad CFE y Pemex.

En segundo lugar, la reforma de la justicia, con la que está forzando un pulso sin precedentes con el Poder Judicial y que, de momento, se traduce en la extensión del mandato del presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, y un choque abierto con el Instituto Nacional Electoral INE.

El organismo inhabilitó a dos candidatos oficialistas, uno de ellos, Félix Salgado Macedonio, muy próximo al mandatario y denunciado por violación, y aprobó un mecanismo para poner coto a las bancadas de las mayorías para que no haya trasvase de diputados entre partidos que se presentaron en coalición. López obrador denunció “un complot” para arrebatarle la mayoría y Morena impugnó estas decisiones. El Tribunal Electoral se pronunciará sobre ellas el próximo martes en medio de una enorme presión del Gobierno y de la cúpula del partido.



Con información de El Pais

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