En este contexto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se refiere a un debate reciente en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) relacionado con la interpretación de una reforma constitucional. La controversia gira en torno a la cantidad de votos necesarios para declarar una disposición como inconstitucional. Según la reforma, se requiere un mínimo de seis votos cuando el total de ministros es de nueve, pero en el caso actual, con 11 ministros presentes, la presidenta argumenta que debe ser ocho votos los necesarios.
La ministra presidenta, Norma Piña, al aceptar el proyecto del ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, fue acusada de intentar aplicar una "pirueta inconstitucional", es decir, adoptar un enfoque que la presidenta Sheinbaum considera incorrecto y que podría facilitar la invalidación de la reforma a través de un proceso que ella califica de inconsistente. Esto ha suscitado la oposición de dos ministros, Luis María Aguilar y Jorge Mario Pardo, quienes se manifestaron en contra del procedimiento propuesto, a pesar de no ser del lado del gobierno actual.
Sheinbaum expresó su satisfacción con la decisión de estos dos ministros, resaltando que su postura es un reconocimiento de la importancia de respetar los procedimientos constitucionales y el estado de derecho, lo que, según ella, es un triunfo para el pueblo de México. Declara que "imperó la razón" y se subraya la relevancia de la "cordura frente a la locura" en el contexto judicial.
Este acontecimiento pone de manifiesto tensiones entre el poder ejecutivo y judicial en México, así como el escrutinio que enfrenta la SCJN en el marco de reformas constitucionales recientes y su interpretación.