La ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Lucía Piña Hernández, ha expresado su preocupación por la facilidad con la que se pueden realizar reformas a la Constitución Mexicana. Durante su intervención en el décimo sexto Encuentro Jurídico Universitario, Piña destacó que desde su promulgación en 1917, la Constitución ha sufrido más de 800 modificaciones, lo que evidencia su "permeabilidad".
Piña argumentó que, aunque esta adaptabilidad permite que la Constitución se ajuste a nuevas realidades sociales y políticas, también puede erosionar su estabilidad y legitimidad. Afirmó que la flexibilidad excesiva en las reformas constitucionales puede debilitar su papel como un "manto protector" de certeza, confianza y seguridad, y constituir un elemento de unión entre los ciudadanos mexicanos.
Además, hizo hincapié en la importancia de la democracia constitucional, que debe ser un espacio donde coexistan tanto mayorías como minorías, garantizando que ningún grupo pueda dominar o menoscabar los derechos fundamentales humanos, que son universales, interdependientes, indivisibles y progresivos.
Las afirmaciones de Piña se dieron en el contexto de la preparación para la elección judicial de 2025, que se deriva de una reciente reforma constitucional en el ámbito de la Justicia. Esto resalta la necesidad de un equilibrio en las reformas constitucionales para mantener la legitimidad y estabilidad del marco jurídico del país.