México inicia una nueva etapa de la mano de una mujer presidenta que apuesta por la continuidad

Claudia Sheinbaum se convertirá este martes en la primera mujer en asumir la presidencia de México, un hito histórico en el país tras dos siglos de independencia. Sheinbaum, quien se destacó anteriormente como científica y alcaldesa de la Ciudad de México, ganó las elecciones con casi el 60% de los votos, prometiendo continuar con el legado de Andrés Manuel López Obrador.
Durante su mandato, López Obrador ha gozado de altos niveles de popularidad, y su administración se caracterizó por un enfoque en el cambio y en abordar la corrupción, priorizando a los sectores más desfavorecidos. A diferencia de su predecesor, Sheinbaum propone una continuidad en las políticas y programas sociales, así como en reformas constitucionales que han suscitado controversia, como la militarización y la elección de jueces por voto popular.
La ceremonia de toma de posesión se llevará a cabo en la Cámara de Diputados, donde Sheinbaum recibirá la banda presidencial y ofrecerá su primer mensaje a la nación. Posteriormente, se dirigirá al Zócalo, donde presentará sus compromisos de gobierno ante un gran público.
El evento contará con la presencia de varias delegaciones internacionales, incluyendo a mandatarios de Brasil, Chile y Cuba. Sin embargo, también hay tensiones visibles, como la decisión de Estados Unidos de enviar a Jill Biden, la esposa del presidente, en lugar de una figura de mayor rango, y la ausencia del gobierno español, que ha expresado su malestar por el trato de Sheinbaum hacia el rey en relación con la conquista. Esto refleja un contexto de incertidumbre y desafíos en las relaciones diplomáticas de México con algunos de sus aliados más cercanos.

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