El asesinato de Alejandro Arcos, alcalde de Chilpancingo, ha desatado un fuerte debate sobre la seguridad y el control gubernamental en Guerrero. Rubén Moreira, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, ha hecho un llamado a Morena para que solicite la renuncia de la gobernadora Evelyn Salgado, argumentando que la situación de violencia en el estado es insostenible.
Moreira subraya la grave situación que enfrenta Guerrero, donde, según él, no solo se han registrado asesinatos de políticos y funcionarios, sino que también el narcotráfico tiene una influencia evidente en el proceso electoral, sugiriendo que las decisiones no son tomadas por los ciudadanos ni las instituciones electorales, sino por el crimen organizado. Asegura que en un contexto de otra nación, ya se habría iniciado un proceso de juicio político contra la gobernadora debido al nivel de violencia y descontrol en la entidad.
El legislador priista critica la negación del gobierno local ante esta realidad, planteando que hay una desconexión entre la narrativa oficial y lo que realmente ocurre en el terreno. La afirmación de que Guerrero enfrenta una "violencia desmedida" resuena con las preocupaciones de muchos ciudadanos sobre la seguridad en la región y el papel que juega el narcotráfico en la vida política y social del estado.