Gerardo Fernández Noroña asumió la presidencia de la Mesa Directiva del Senado de México el 29 de agosto, marcando un momento significativo en su carrera política. En su primer discurso, agradeció al pueblo de México, a su bancada y a los senadores que lo eligieron para este cargo. Vestido con un saco negro que llevaba distintivos rojos, el senador del Partido del Trabajo (PT) destacó la importancia del pueblo en este nuevo capítulo, enfatizando que "es la hora del pueblo" y que los "plebeyos" han decidido tomar el destino de la Patria en sus manos.
Resaltó que su ascenso a la presidencia del Senado es un símbolo de la participación ciudadana y del poder del pueblo, algo que consideró impensable para alguien de su perfil. El senador también agradeció al presidente Andrés Manuel López Obrador y a Claudia Sheinbaum, la presidenta electa, por su apoyo. Al cerrar su discurso, Noroña se comprometió a conducir los debates en el Senado con respeto y institucionalidad, instando a todos los partidos a trabajar de manera conjunta y respetuosa en su calidad de compañero y par.