El presidente Andrés Manuel López Obrador lideró una ceremonia en Tamaulipas con motivo de la repatriación y la memoria de Catarino Garza, un personaje histórico del movimiento revolucionario en México. Durante el evento, se escucharon gritos de “dictador” así como expresiones de apoyo como “es un honor estar con Obrador”.
A pesar de los reclamos de personal identificado como trabajadores del Poder Judicial, López Obrador evitó hacer comentarios directos sobre ellos. Por su parte, Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente, hizo alusión a Porfirio Díaz al referirse a esos gritos como parte de un “guion” de una película relacionada con dictaduras.
En su discurso, López Obrador subrayó la importancia de la historia y recordó que, durante la Revolución, existía una prensa muy libre que tenía el papel de educar al ciudadano, dejando entrever su visión sobre el papel de los medios y la libertad de expresión en la actualidad. La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, también estuvo presente, lo que añade un contexto político relevante al evento.