La situación en Culiacán, Sinaloa, se ha vuelto crítica con la reciente difusión de folletos que contienen "narcomensajes", especialmente en el sector Tres Ríos. Estos volantes acusan al grupo criminal de los "Chapitos" de operar en complicidad con funcionarios del gobierno estatal, incluyendo al gobernador Rubén Rocha Moya y al alcalde de Badiraguato, José Paz López Elenes, así como al senador electo Enrique Inzunza Cazarez.
Los mensajes en los folletos no solo exhiben los rostros de estos políticos, sino que también detallan alegaciones de delitos graves relacionados con los "Chapitos", como desapariciones forzadas, extorsiones y robo de vehículos, además de insinuar que el grupo financia campañas políticas. Este tipo de comunicación es común en contextos de violencia vinculada al narcotráfico y son utilizados como herramientas de propaganda o intimidación.
La violencia en Sinaloa ha escalado desde el 9 de septiembre, con un notable aumento de enfrentamientos entre los "Chapitos" y "Mayitos", particularmente en Mazatlán. Este clima de violencia ha dejado un saldo alarmante de 107 homicidios dolosos y más de 120 desapariciones forzadas en el estado hasta el 27 de octubre. Este tipo de conflicto no solo afecta a los involucrados en el crimen, sino que también tiene un impacto severo en la seguridad y el bienestar de la población civil.